martes, 30 de noviembre de 2010

Ojos que no ven…

        Hoy tenemos un artículo de Tamara Santos, que también se ha animado a escribir. Gracias. 
      
        …Facebook te lo cuenta.
        Y es que las redes sociales han hecho que hasta los refranes se tengan que actualizar.
        No cabe duda de que el “social media” se ha hecho un hueco importante en nuestras vidas con una rapidez vertiginosa. Sí. Parece muy fácil decirlo ante la evidente situación actual, pero si de verdad queréis quedar atónitos, atentos al siguiente video realizado por la agencia de publicidad 101, especialista en creatividad y estrategias digitales, “social media” y formación en redes sociales.


 

        Seguro que muchas de las cifras que habéis visto no os han dejado indiferentes. Y si añadimos que, en lo que llevamos de año, los usuarios de Facebook han aumentado hasta alcanzar los 500 millones, podemos reiterar que las redes sociales siguen su progresión ascendente sin titubeos.
        Ante esta realidad, las empresas se han visto obligadas a adaptarse al entorno de las sociedades virtuales, destinando parte de sus esfuerzos de marketing a mostrarse en esta “nueva” forma de comunicación. Este lógico comportamiento se puede argumentar con una sola frase: las empresas deben estar ahí donde están las personas. Y se puede explicar con tan sólo otra: deben estar ahí donde están los usuarios de redes sociales.
        Hasta hace poco tiempo, las organizaciones sólo optaban por los medios de comunicación más tradicionales, pero el entorno es cada vez más hostil: la competencia es muy agresiva, los canales están muy saturados y conseguir una diferenciación y captar la atención del consumidor son tareas sumamente complicadas. Ante tanta adversidad, las redes sociales se convierten en el escaparate ideal para las marcas.


        Pero la estrategia no consiste únicamente en aparecer en estas estructuras virtuales, sino que la empresa debe mantener un trato constante (pero sin llegar a agobiar) con los usuarios, es decir, la marca debe saber interactuar. Y es que estamos en un momento en que las  empresas tienen que olvidar las formalidades y dejar de comunicar a los consumidores para pasar a conversar con ellos.
        Ahora, más que nunca, los usuarios de redes sociales tienen el poder, ya que (consciente o inconscientemente) van dejando una enorme cantidad de información en estas comunidades virtuales. Información que resulta de gran utilidad para las empresas, las cuales no dudan en recopilar y emplear. Ejemplo de ello, es que las marcas pueden saber lo que los usuarios del “social media”, es decir, sus clientes (reales o potenciales) y sus no clientes piensan de ellas, y así pueden tener una visión tanto de sus puntos fuertes como débiles, y también pueden adquirir información acerca de lo que piensan de la competencia, pudiendo aprovechar la oportunidad para mejorar la marca o diferenciarse.


        Las organizaciones se han dado cuenta de lo importante que es para ellas aparecer en las redes sociales, hasta tal punto que las han convertido en bancos de pruebas para lanzar nuevos productos o servicios, de modo que localizan la red donde está su público objetivo y piden a los usuarios su opinión para decidir si finalmente lo lanzan al mercado.
        Todo parecen ser ventajas, pero toda cara tiene su cruz. La empresa necesita personal muy cualificado para aparecer en estos medios derrochando creatividad con el fin de no pasar desapercibida entre miles y miles de perfiles. La diferenciación cobra sentido de nuevo. Además, las opiniones de los usuarios no pueden ser controladas por la organización, por lo que hay un 50% de posibilidades de que la marca sea potenciada como no.
        A pesar de todo, es una alternativa en la que las empresas se deben embarcar, ya que parece ser que las redes sociales han venido para quedarse, pero…
        …¿será para siempre?


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