Google AdWords (el método que utiliza Google para hacer publicidad patrocinada), son anuncios que se muestran de forma relevante en los resultados de la búsqueda del usuario. Anuncios por los que Google cobra al cliente por cada clic hecho sobre su anuncio. Hasta aquí todo claro, ¿no? pero ¿Cuál es el problema? Cuando haces una campaña de Google AdWords eliges una serie de palabras (palabras clave) o frases (frases clave) para que una vez introducidas esas palabras/frases en el buscador, te aparezca “tu anuncio” pero… no todas las palabras cuestan lo mismo.
Las palabras “seguro”, “préstamo” e “hipoteca” están en los tres primeros puestos de palabras más solicitadas de Google AdWords, y, por tanto, son aquellas por las que los usuarios pagan más dinero por colocar un anuncio en la herramienta de publicidad de la compañía del buscador.
Son las palabras que más se buscan. Está claro, para muchos merece la pena pagar más, si tu publicidad va a salir cuando introduzcan esas palabras en el buscador.
Otras de las palabras que entran en esa clasificación son términos del mundo de la banca “crédito”, “transferencia” o palabras relacionadas con el la tecnología y la electricidad como “software” o “gas/electricidad”, además de sanitarios, como “rehabilitación” y “tratamiento”.