Hoy toca artículo de plataformas de streaming, otra vez, pero esta vez de música, en concreto Spotify; y es que desde el pasado 1 de Mayo dicha plataforma reestructuro su modelo de negocio o como ellos dicen “cambios en las cuentas free”. El objetivo principal es introducirse en Estados Unidos y la pregunta que nos surge al leerlo es ¿es el principio del fin de la cultura del “gratis total”?
Allá por el 2008 nacía Spotify, lo que fue una revolución y supuso un cambio en la forma de consumir música. Sus fundadores Daniel Ek y Martin Lorentzan inauguraron la época del consumo sin posesión, con Spotify no hacía falta comprar música en las tiendas digitales (iTunes), ni descargar música con programas p2p (Napster o Emule), esta plataforma proponía la “no propiedad”, un usuario escuchaba música vía streaming pero no tenia su propiedad. Esta modalidad, en un principio, consiguió lo impensable: a los sellos les gustaba la idea porque ellos cobraban y a los usuarios no les importaba no tener la propiedad de la música que escuchaban. Con esta fórmula consiguieron introducirse en países europeos (España entre ellos), pero se les resistió el mayor mercado de música de pago del mundo, Estados Unidos, y esta es una de las razones por las que han cambiado su modelo de negocio, introducirse en ese país.