viernes, 1 de julio de 2011

Creatividad con los códigos de barras

      Han pasado ya 37 años desde el día en que Clyde Dawson hiciera historia al convertirse en el primer consumidor en comprar un producto escaneado a través de su Código de Producto Universal (UPC). Ese producto que Dawson compró en un supermercado de Troy, Ohio, en 1974 era un simple paquete de chicles Wrigley’s pero, desde entonces, el UPC empezó a expandirse por todo el mundo y a conocerse como “códigos de barras”.


      Pero en las últimas tres décadas, a pesar de su generalización y expansión global, el código de barras no ha cambiado significativamente y parece que muchos no se han dado cuenta de que ese código bicolor y monótono que hay que colocar en todo los embalajes permite una enorme creatividad, siempre que pueda seguir escaneándose. Por ello, y para celebrar el aniversario de estos códigos, Mashable ha seleccionado 10 ejemplos de usos creativos de los códigos de barras que demuestran que es posible dejar volar la imaginación también con estas barras blancas y negras.