miércoles, 11 de mayo de 2011

¿El principio del fin de la cultura del gratis total?

       Hoy toca artículo de plataformas de streaming, otra vez, pero esta vez de música, en concreto Spotify; y es que desde el pasado 1 de Mayo dicha plataforma reestructuro su modelo de negocio o como ellos dicen “cambios en las cuentas free”. El objetivo principal es introducirse en Estados Unidos y la pregunta que nos surge al leerlo es ¿es el principio del fin de la cultura del “gratis total”?
 

     Allá por el 2008 nacía Spotify, lo que fue una revolución y supuso un cambio en la forma de consumir música. Sus fundadores Daniel Ek y Martin Lorentzan inauguraron la época del consumo sin posesión, con Spotify no hacía falta comprar música en las tiendas digitales (iTunes), ni descargar música con programas p2p (Napster o Emule), esta plataforma proponía la “no propiedad”, un usuario escuchaba música vía streaming pero no tenia su propiedad. Esta modalidad, en un principio, consiguió lo impensable: a los sellos les gustaba la idea porque ellos cobraban y a los usuarios no les importaba no tener la propiedad de la música que escuchaban. Con esta fórmula consiguieron introducirse en países europeos (España entre ellos), pero se les resistió el mayor mercado de música de pago del mundo, Estados Unidos, y esta es una de las razones por las que han cambiado su modelo de negocio, introducirse en ese país.
 


       El mercado estadounidense aun hoy se le sigue resistiendo; la razón, las discográficas. Por eso, en palabras de la portavoz de la plataforma en Europa, Sofie Crant “Estamos definiendo el servicio, habrá cuentas de pago y gratuitas. Aún no hay fecha de lanzamiento. Estamos tardando porque queremos lanzar el mejor servicio posible. El lanzamiento en Europa se preparó durante 18 meses”. Y es lógico que las discográficas no quieran Spotify (tal como era hasta el primero de Mayo) en Estados Unidos ya que allí cerca del 70% de las descargas digitales son a través de iTunes, lo que hace que se generen beneficios que con Spotify podrían acabar desapareciendo.
 

     En sus inicios Spotify era gratuito y podías escuchar tantas veces como quisieras una canción y sin tiempo limitado a cambio de escuchar un anuncio cada 4 o 5 canciones; después el tiempo se limito a 20 horas al mes para los nuevos usuarios, y desde hace 10 días los limites son de 10 horas de escucha al mes y un máximo de 5 escuchas de cada canción al mes.  En el nacimiento de la plataforma el presidente de Universal afirmo que 4 escuchas valían para saber que alguien supiera si iba a comprar un disco o no ¿coincidencia? Como vemos se empieza a limitar más el servicio y a los usuarios se les plantean dudas como ¿pago?, ¿sigo free?, ¿vuelvo al p2p? o ¿me paso a otra plataforma?
      El meollo de la cuestión, como ya hemos dicho son las discográficas y en concreto sus ingresos. Los ingresos de Spotify provienen de la publicidad en el caso de las cuentas free y de las cuentas de pago, con dos modalidades, por un lado Unlimited con un coste de 4,99€ al mes que permite escuchar música sin anuncios y por otro la Premium que cuesta 9,99€ al mes y ofrece mejor calidad de sonido y acceso mediante dispositivos móviles. 
 

       Este modelo de negocio, valido al principio, ahora no acaba de cuajar ¿Por qué? Sencillo, no hay suficiente cantidad de usuarios de pago y con la publicidad de las cuentas free no da para cubrir los gastos y es que la plataforma consiguió los catálogos de los sellos a cambio de royalties; por cada reproducción de un tema Spotify tiene que pagar a Emi, Universal o Sony. Para otras plataformas de este tipo como Flickr vale con que el 10% de los usuarios sean de pago, pero en el caso de la música es distinto ya que las licencias que paga a los sellos se mantienen o aumentan, en l mayoría de los casos, con el tiempo ya que las discográficas quieren cobrar unas sumas similares  a la de la era del soporte físico, por lo que es condición indispensable aumentar los usuarios de pago del servicio.
      En Europa existen 6 millones y medio de usuarios de los cuales tan solo millón y medio paga por el servicio, insuficiente para el negocio digital de la música. Otro hándicap sobre su tropiezo económico es que la plataforma fue deficitaria en los primeros 8 meses de 2010; no pudo compensar el pago de los 30 millones de € a los sellos con sus ingresos.
      Ante esta reestructuración el usuario deberá elegir que hacer, y en caso de que no quiera Spotify,  otras posibles opciones son:
 

     Grooveshark. Página en la que el usuario puede crear listas de reproducción o escuchar música sin descargar ningún programa y ya en el 2010 la revista Time la incluyo entre las mejores 50 webs del mundo. En su catalogo hay 6 millones de canciones y muchos discos descatalogados. El problema es que los usuarios suben su colección de música y los sellos ya han advertido que esto viola los derechos de autor por lo que tanto Google (Android) como Apple lo han retirado de sus tiendas.
 

     Cloud Drive y Cloud Player. Como no, Amazon tenía que tener algo parecido y a finales de Marzo lanzo en Estados Unidos estos dos servicios. Cloud Drive para subir canciones gratis hasta 5 Gb gratis y por cada Gb adicional cobran 1$ al año y Cloud Player para reproducirlas. Este servicio aun no cuenta con el apoyo de las discográficas.
 

     iTunes en la red. Apple prepara el contraataque al desembarco de Spotify en Estados Unidos; la posibilidad de que los ficheros se almacenen en la red y no en el dispositivo del usuario.
 

     Google Music. Google va a lanzar una plataforma streaming para escuchar música, incluso hay rumores de alianzas con Spotify para entrar en Estados Unidos.
     Como reflexiones finales primero diremos que el streaming es el futuro y que todos debemos colaborar siendo parte del cambio y segundo, que la modalidad freemium es una buena opción para introducir un servicio de este tipo, pero no es viable para siempre en algunos casos.
   Por último, debemos decir que queramos o no, no podemos vivir infinitamente en la cultura del todo gratis y ahora se nos presentan opciones para escuchar música de forma “legal” y muchos despotrican contra Spotify por las limitaciones en el servicio free; pero si lo pensamos un disco cuesta 15-20€ y esta plataforma nos da la posibilidad de acceder a un amplio y variado catalogo por un precio muy inferior al mes.

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