martes, 23 de noviembre de 2010

Marketing que sorprende

En 1982 Jay Conrad Levinson, el que se considera “padre” del Marketing de Guerrilla definió qué era de manera muy sencilla: El Marketing de Guerrilla es realizar actividades de Marketing (esencialmente acciones de promoción) de una manera NO convencional y con un presupuesto bajo.
Es decir, que para compensar que no tenemos demasiado presupuesto tendremos que hacer las cosas de manera diferente a la habitual. El Marketing de Guerrilla compensa la falta de un gran presupuesto de Marketing con imaginación, tiempo de trabajo y conocimiento. Pensemos lo siguiente. Si no tenemos mucho presupuesto y además hacemos exactamente lo mismo que los demás (y de la misma manera) seremos como una gota en el mar, no habrá manera de que aquellos que vayan al mercado a buscar un producto como el nuestro nos distingan ni nos vean. Así que la única opción que tendremos si queremos destacar será probar algo diferente con lo que tenemos, algo impactante con la esperanza de llamar la atención de nuestro posible cliente.
 La clave de todo está en ese último concepto, la atención de nuestro posible cliente. Si echamos un vistazo alrededor podemos comprobar fácilmente cómo hoy día la promoción funciona menos que nunca y la capacidad de atención del posible cliente es también menor que nunca. Hay tantas opciones, hay tanta saturación publicitaria que se están acentuando esos efectos. Así que, o hacemos algo diferente, o no conseguiremos absolutamente nada. El Marketing típico, la típica llamada o la típica carta no sirven ya para mucho, estamos “vacunados” contra todo lo que suponga Marketing. Ahí es donde entra el Marketing de Guerrilla.
Para que nos hagamos una idea aquí colgamos algunas de las campañas que nos han llamado la atención.












Otro ejemplo, a modo de video es la acción realizada en Italia por Heineken en la que, en el mismo día en que iban a jugar el Milan y el Real Madrid se organizó un evento, un concierto de música clásica concretamente, y que tuvo una gran repercusión en los medios.
El tema está en que claro, era complicado perderse un partido de éste tipo para los amantes del futbol pero si es tu jefe o tu novia el que te lo pide; tenemos un problema. La solución, perderse el partido e ir a "tan importante evento de música" y quedar bien con el jefe y la novia; qué remedio. Pero, puede haber sorpresas... 

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