“El lugar más peligroso para un afroamericano es el útero”

        Este era el slogan de una valla publicitaria situada en la Sexta Avenida formando parte de una polémica campaña contra el aborto en Estados Unidos.

        El concejal demócrata Charles Barron fue el primero en mostrar su denuncia por “racista” y pidió al Ayuntamiento interviniera para la retirada de la misma.

        “Estoy de acuerdo en que hemos ido muy lejos, pero es que la situación ha llegado ya demasiado lejos”, se defiende el reverendo Derek McCoy, miembro de la directiva de Life Always. “La proporción de abortos entre la comunidad negra es alarmante, y es eso lo que estamos denunciando”. Los afroamericanos son el 12,8% de la población y sin embargo contabilizan el 36% de los abortos que se practican en Estados Unidos. Un embrión ‘negro’ tiene tres veces más posibilidades de ser ‘abortado’ que un embrión ‘blanco’, según datos de Life Always. La campaña está especialmente dirigida contra la labor desarrollada por las clínicas del grupo de planificación familiar Planned Parenthood en las barriadas pobres de las grandes ciudades, donde se registra el mayor número de interrupciones voluntarias del embarazo.

        A parte de las quejas del concejal también Tricia Fraser, madre de Anissa, que así se llama la niña del anuncio, mostró su indignación al enterarse de que la imagen de su hija se estaba usando sin su consentimiento.

         Después de estas quejas el anuncio fue retirado, aunque la empresa de publicidad responsable negó que esta decisión estuviera relacionada con algún tipo de controversia por su contenido.