Robin se encontraba de compras con sus padres en el centro comercial más grande de Bélgica. En un descuido de sus padres, el niño se extravía. Por suerte, los responsables del centro comercial pronto localizan al pequeño y avisan a sus padres por el altavoz. Pero Robin no es un niño fácil y la locutora lo comprueba a los pocos segundos de estar con él…
La locución forma parte de la campaña de presentación del servicio de asistencia telefónica para padres de Opvoedingslijn. Una acción que reivindica, por un lado, a los centros comerciales, como escenarios de otro tipo de acciones que no sean flashmobs, y por otro, a los altavoces, como algo más que instrumentos para anunciar las ofertas del día.
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