Lo normal en el mundo del marketing es que las empresas nos vendan su producto/servicio diciéndonos que es el mejor, el más económico, el que más nos pega, el que más se adapta a nosotros, el más práctico, etc. con el fin de convencernos de que no podemos vivir sin él. Esto suele ser el marketing. Casi todas las empresas hacen eso ¿Por qué?.... pues porqué funciona aunque es tan usado que a veces aburre.
Ahora nos llegan anuncios desde televisión, radio, prensa, Internet, autobuses, mupis, smartphones, etc. Las empresas nos bombardean con anuncios y llega un momento en el que el consumidor se satura y empezamos a no fijarnos en ellos o a ser un poco escépticos a lo que nos cuentan. Esto hace que si nos llega un anuncio en el que “pintan” el producto como algo muy bonito o ideal comenzamos a desconfiar y le prestamos menos atención; los consumidores empezamos a pensar “otro listo que me quiere vender su producto a toda costa”. Por ello la tendencia en el marketing actual es llamar la atención por cualquier medio y no intentar “meter por los ojos” lo bueno que es nuestro producto.
En esta situación nace el llamado anti-marketing: un tipo de marketing que a veces se conjunta con la Responsabilidad Social Empresarial con el fin de dar al consumidor la información suficiente y oportuna sobre los productos que compra y la empresa que los respalda. El anti-marketing es lo contrario a hacer alusión a los valores o beneficios del producto, su característica principal es que va en contra de las leyes del marketing.
El primero en utilizar el término anti-marketing fue Phillip Kotler (como no) para referirse a aquellas acciones encaminadas a disminuir el interés de los consumidores hacia un determinado producto o servicio. Kotler ponía el ejemplo de un campo de golf saturado de socios que inicia una campaña destinada a reducir su número de socios para no erosionar la experiencia de los jugadores y huir de la masificación.
El ejemplo más claro de anti-marketing y Responsabilidad Social Empresarial son las tabaqueras que debido a la solicitud de ONG´s y instituciones estatales, por ley, empezaron a poner mensajes de advertencia en las cajetillas del tipo “fumar mata” o “fumar puede ser causa de cáncer” y mas recientemente han endurecido los mensajes y adjuntan fotografías desoladoras. Así el anti-marketing forma parte del marketing social que busca enfrentar y disminuir problemas sociales como tabaquismo, alcoholismo, obesidad, etc.
Esto ha sido una oportunidad para las empresas, se dieron cuenta que la honestidad es más lucrativa para sus productos, sin embargo no hay que confundir el antimarketing con el marketing negativo:
- El antimarketing se caracteriza por su honestidad, su claridad y su objetividad. No te crea una ilusión, te dice las cosas claras.
- El marketing negativo son mentiras para fijar de manera negativa la atención de los consumidores hacia un producto o servicio.
Otro ejemplo de antimarketing lo encontramos en la marca Dove, cuando decidió mostrar en sus anuncios a mujeres normales y reales, dejando a un lado a las modelos perfectas. Así demostraba los verdaderos resultados de sus productos y servicios…
Viceroy tampoco pasó del tema, ¿os acordáis de la frase, no es lo que tengo, es lo que soy? De Antonio Banderas o Shakira…
Para terminar os dejamos éste último spot, ¿lo recordáis?
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